viernes, 3 de mayo de 2013

UNA VERDADERA LIBERTAD DE PRENSA

 


URGE QUE LA LIBERTAD DE PRENSA SE HAGA   COMPAÑERA DE LA VERDAD


         Hoy dia se celebra el dia de la libertad de prensa, los eventos y las conferencias no se dejan esperar. Pintados de todos colores los sofistas y alguno que otro orador dan su discurso sobre el tema. Acomodan las palabras según la intenciòn de su mensaje, pero no las acomodan según lo que pide la verdad de los hechos,  de lo que realmente esta sucediendo. Es importante hacer una pequeña distinción respecto de lo que es la libertad de expresar a través de la prensa lo que se quiere y  conviene decir, de lo que se debe  en el compromiso con la verdad.
 
La libertad de prensa  es de facto uno de los grandes logros de la lucha social por los derechos humanos, para libertar, para cuestionar y hacer sabedores de la verdad a los debiles y humildes, pero hoy día, se ha convertido en una herramienta para los "los poderosos" los hacedores del mal, que intentan por cualquier medio hacer de la mas vil de las mentiras una verdad legitimada.
 
Hoy dia algunos "periodistas", escritores y de los que se dicen llamar de "PRENSA", prestan sus nombres a los departamentos de prensa de los partidos politicos, para que éstos con su personal de confianza, escriban a tinta tendida lo que les convenga en la guerra mediatica de la lucha por el poder. Y hoy festejan con una hipócrita sonrisa y orgullo su traiciòn al pueblo.
 
No debemos entender la libertad de prensa como el concepto de antaño, sino que se debe de analizar qué es lo que se entiende por libertad de prensa hoy dia. La verdad ha sido olvidada en el discurso de prensa; se dice lo otros quieren decir, se dice lo que se paga por decir, se dice lo que se quiere que entiendan los demás, pero nunca lo que debe de saber en la verdad el pueblo.
 
Urge una revisìòn profunda y un rescate total de la legítima libertad de prensa y del compromiso que tiene  con la verdad, No de un remedo de libertad de prensa o de lo que nos quieren hacer creer.
 
 
Lic. ALEJANDRO PERALTA LEON