- Urge una revisión constante y permanente del actuar y de las finanzas de estas mal llamadas "financieras".
“Financieras” que operan en
Coatepec y la Región, -algunas de ellas de manera No regulada, desordenada y ni
con la mínima expresión de comportamiento ético hacia los usuarios de éstos
servicios han hecho de sus acreditados el botín permanente de sus “ganancias
legales”.
Las altas tasas de interés, el
refinanciamiento, las comisiones por apertura de cuenta, los gastos de
cobranza, las multas, la retención de los ahorros en créditos solidarios además
del mal manejo de los créditos por parte de los gestores de cobranza, la
coacción etc, aunado a ello la situación económica que vive nuestro país, ha
hecho que los acreditados caigan en un estado de insolvencia, en una
incapacidad de pago que de alguna u otra
manera merma el desarrollo integral de una familia.
Existen testimonios de madres de
familia que por el constante acoso, la violencia verbal, por parte de los gestores de cobranza, han
preferido pagar esa “deuda” que comprar
lo necesario para el sustento de sus hijos. En verdad, es increíble y
vergonzoso que estas financieras que se dicen por su razón social “populares,” y de ayuda a la economía
de las familias estén velando solo por sus propios intereses y no por los
intereses del público, o mejor dicho de los usuarios de los servicios
financieros.
Es de práctica común que los
empleados de algunas financieras, conociendo la falsedad de los datos
proporcionados por el solicitante de un crédito conceden el crédito solicitado.
O más aún, con conocimiento de que el solicitante debe en otras financieras, y
de que al autorizarse el crédito su cobro sería difícil, se les facilita.
Esta acción es considerada como
concesión fraudulenta de crédito, y los promotores de crédito serían los
responsables de su incobro, aunque en la práctica no sucede eso.
A pesar de las reformas que ha
habido al respecto para regular y controlar el abuso de estas financieras y la
usura indebida en detrimento de la economía de las familias, pareciera que es
rentable cometer delitos de éste carácter e infringir las normas y
disposiciones legales.
Urge que las penas, sanciones y
multas sean severas hacia los infractores, y de que se contemple la condonación
de la deuda, y compensación de acuerdo al daño causado a los usuarios de los
servicios financieros.
Urge también que el Gobierno ponga especial
atención en los permisos y regulación de estas “financieras”. Que haya una
revisión constante y permanente de sus “finanzas”.